Un amor de otro mundo





Con las ventanas abiertas a un susurro de tu voz, entre primaveras ando perdido en aromas de madreselva florezco. Con el perfume del silencio me pierdo, con la luz de las noches en calma, florecen las risas de tus atardeceres. Y en mis rincones flores de papel para que en un sueño no se marchiten los pensamientos, abrazados tú y yo, quiero bailar lento, quiero bailar suave, sintiendo los latidos de nuestros corazones embriagados del aroma de nuestro amor. Refugiarme en tu pecho es mi deseo. Un solo latido. Hoy soñaré con las letras que guardo, de mis poemas llevo un libro que en tu piel llevas tatuado, con una historia que aún no has escrito. Te ayudaré a caminar sobre mis sueños, te enseñaré a volar sobre mis pensamientos.
Recuerdo aquel atardecer que en mis noches en vela aun florecen entre mis sentimientos. Susurro al alba, grito a la mañana y escribo sobre mi piel mis pensamientos, te recuerdo acostada sobre la almohada de hojarasca, frente a nuestra playa, muros de estrellas alumbran la noche, retrasando la hora de partida, sabiendo que nos volveremos a ver, pero no vuelves, espero en silencio una respuesta, pido al buen dios que me conceda ese deseo y sino que me lleve donde tú te encuentras.
Sobre mi cabeza el silencio, dentro de mi alma oigo tu voz aflorando cual grito desgarrado. Te veo, como un fantasma surgiendo entre sombras a mi lado. Quiero tocarte, pero no puedo. Mi corazón late fuerte, late el miedo, late el infortunio.
- ¿Ha sido un sueño? - Pregunto a nuestro dios y no responde, quiero volver a verla un día más y un día más me concede. Así noche tras noche mi cuerpo errante vaga sin rumbo en busca de un amor que ya no es de este mundo.

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