No te olvidaré
Las lágrimas recorrían las mejillas de Usua, la cabeza agachada dejando que la sombra en la esquina del bar le ocultase. Una lágrima calló sobre el café ya frío.
- Que quieres Leo ¿No puedes dejarme en paz? Ya me has hecho suficiente daño. Ahora déjame por favor -No se molestó en levantar la cabeza-
- ¿Crees que para mi es fácil? Tan sólo pretendo ayudarte a llevar esto. Tienes que pasar página. Una nueva vida se abre ante ti
- ¿Y para eso has venido? Te lo podías haber ahorrado. Yo estoy bien aquí con mis penas, tu decidiste dejarme, ahora el problema es mío.
- Yo nunca quise dejarte, fueron las circunstancias. La vida nos llevó por situaciones y escenarios que nunca hubiéramos imaginado, jamás pensamos que algo así pudiera suceder.
- Tu tenías elección, siempre tenemos elección.
- Exacto, y por mucho que te pese ahora, la que tomé fue la correcta.
- Pues entonces no hay más que hablar, ¡ya te puedes ir!
- Estaré por aquí hasta que tú quieras Usua, nada ha cambiado te sigo amando.
Usua se levantó sin tomarse su café y sin mirar para atrás, su llanto iba en aumento y ya no le importaba que la vieran. Salió a la calle y dejó que el viento y la lluvia azotaran su cara, corrió hasta que se agotó y su llanto no le dejó respirar. Qué había ocurrido, porqué a ella, le odiaba por lo que había hecho. No, le amaba, le amaba con locura, como jamás pensó que se podía amar a nadie.
Fue un amor espontáneo, un amor de esos que empiezan como empiezan todas las historias de amor.
- Que quieres Leo ¿No puedes dejarme en paz? Ya me has hecho suficiente daño. Ahora déjame por favor -No se molestó en levantar la cabeza-
- ¿Crees que para mi es fácil? Tan sólo pretendo ayudarte a llevar esto. Tienes que pasar página. Una nueva vida se abre ante ti
- ¿Y para eso has venido? Te lo podías haber ahorrado. Yo estoy bien aquí con mis penas, tu decidiste dejarme, ahora el problema es mío.
- Yo nunca quise dejarte, fueron las circunstancias. La vida nos llevó por situaciones y escenarios que nunca hubiéramos imaginado, jamás pensamos que algo así pudiera suceder.
- Tu tenías elección, siempre tenemos elección.
- Exacto, y por mucho que te pese ahora, la que tomé fue la correcta.
- Pues entonces no hay más que hablar, ¡ya te puedes ir!
- Estaré por aquí hasta que tú quieras Usua, nada ha cambiado te sigo amando.
Usua se levantó sin tomarse su café y sin mirar para atrás, su llanto iba en aumento y ya no le importaba que la vieran. Salió a la calle y dejó que el viento y la lluvia azotaran su cara, corrió hasta que se agotó y su llanto no le dejó respirar. Qué había ocurrido, porqué a ella, le odiaba por lo que había hecho. No, le amaba, le amaba con locura, como jamás pensó que se podía amar a nadie.
Fue un amor espontáneo, un amor de esos que empiezan como empiezan todas las historias de amor.
Pero eso fue hace tres años. Estábamos preparando todo para irnos a vivir juntos hace un mes.
Salíamos de nuestra casa, habíamos estado pintando el que iba a ser nuestro cuarto. Era media noche cuando oímos algo, unos gritos. Salimos corriendo y vemos a un hombre que está pegando una paliza a su mujer. Le grito, pero no para de golpearle. Leo va hacia él y le increpa. Éste se vuelve y saca un enorme cuchillo. Grito a Leo que no se acerque, pero no me hace caso. El hombre lanza una serie de ataques y Leo los repele, se pelean. El agresor cae encima de Leo. Se levanta, grito y escapa corriendo. Corro junto a Leo y veo que está sangrando.
Fueron días de angustia y noches sin dormir. No me despegaba de su lado en ningún momento. Le hablaba continuamente y yo imaginaba sus respuestas. Llegó el momento que creía oírle de verdad, tanto que tenía largas conversaciones con él. Murió dos semanas más tarde y no sé si me he vuelto loca, pero continúo conversando con él".
Salíamos de nuestra casa, habíamos estado pintando el que iba a ser nuestro cuarto. Era media noche cuando oímos algo, unos gritos. Salimos corriendo y vemos a un hombre que está pegando una paliza a su mujer. Le grito, pero no para de golpearle. Leo va hacia él y le increpa. Éste se vuelve y saca un enorme cuchillo. Grito a Leo que no se acerque, pero no me hace caso. El hombre lanza una serie de ataques y Leo los repele, se pelean. El agresor cae encima de Leo. Se levanta, grito y escapa corriendo. Corro junto a Leo y veo que está sangrando.
Fueron días de angustia y noches sin dormir. No me despegaba de su lado en ningún momento. Le hablaba continuamente y yo imaginaba sus respuestas. Llegó el momento que creía oírle de verdad, tanto que tenía largas conversaciones con él. Murió dos semanas más tarde y no sé si me he vuelto loca, pero continúo conversando con él".
- Leo.
- Dime cariño.
- ¿Estas aquí conmigo o eres producto de mi imaginación?.
- Eso es algo que sólo tú sabes. Creo que existo, lo que no sé es cómo ni dónde. La gente muere dos veces, una físicamente y la otra cuando tus seres queridos te olvidan.
- Yo nunca te olvidaré.
- Lo sé mi vida, pero puedes seguir haciendo tu vida sin que yo esté presente en todo lo que haces. Ha pasado un mes, creo que va siendo hora de que me marche.
- ¿Cuando esté mal y necesite hablar podré contar contigo?
- Claro, pero prefiero que lo hagas con vivos.
- Hasta pronto mi vida.
- Hasta ahora mi amor.
Amor, no sé si podré vivir sin ti, siento un gran vacío y te echo tanto de menos. TE AMO
- Dime cariño.
- ¿Estas aquí conmigo o eres producto de mi imaginación?.
- Eso es algo que sólo tú sabes. Creo que existo, lo que no sé es cómo ni dónde. La gente muere dos veces, una físicamente y la otra cuando tus seres queridos te olvidan.
- Yo nunca te olvidaré.
- Lo sé mi vida, pero puedes seguir haciendo tu vida sin que yo esté presente en todo lo que haces. Ha pasado un mes, creo que va siendo hora de que me marche.
- ¿Cuando esté mal y necesite hablar podré contar contigo?
- Claro, pero prefiero que lo hagas con vivos.
- Hasta pronto mi vida.
- Hasta ahora mi amor.
Amor, no sé si podré vivir sin ti, siento un gran vacío y te echo tanto de menos. TE AMO
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