Desde siempre, por siempre y para siempre





La primera vez que lo noté fue en el cine, había ido a la sesión golfa a ver una de acción. Lo cierto es que ya ni me acuerdo como se titulaba, creo que el prota era Bruce Willis. Y fue en mitad de la peli cuando noté un escalofrío en la nuca, los bellos se me erizaron, pensé que alguien se habría levantado o sentado y al acercarse me rozó con su aliento. A los pocos segundos lo volví a notar, me giré por si alguien me gastaba una broma, quizá algún amigo. No había nadie, es más, las filas de detrás mío estaban todas vacías. No pude concentrarme más en la película, ni siquiera me acuerdo de nada de lo que pasó después de que me girara.
Me fui a casa pensando en ello y de vez en cuando miraba para atrás.
Me puse a hacer la cena y me olvidé de lo ocurrido. Me fui a la sala y como al día siguiente no tenía que currar me puse a ver la tele, lo primero que pillé, un programa de esos de cotilleo, enseguida me entró el sueño y me quedé dormido, hasta que lo volví a notar y me despertó. Rápidamente me giré y, nada, no había nadie, pero cómo iba a ser, nadie más que yo vivía en mi casa, del susto se me cayó la lata de cerveza que tenía en la mano derramando todo el contenido por el sofá y el suelo.
Me puse a limpiarlo cuando lo volví a notar. Escapé de la sala cerrando la puerta.
Comencé a dar vueltas por la cocina, ¿me estaba volviendo loco? Encendí todas las luces de casa y busqué, pero nada. Me encerré en mi cuarto, me metí en la cama y me senté son la espalda bien pegada al cabecero. después de una hora me dormí y soñé con ella, mi novia, la dejé después de dos años, la había dejado tan sólo mandándole un whatsapp y después de eso nada, ni siquiera llegó a leer el mensaje, un tremendo accidente en el coche la mató, apenas quedó nada de su cuerpo, murió carbonizada.
En el sueño hacíamos el amor y ella se colocaba detrás de mí y me soplaba al oído, igual que lo que notaba. Miré a mi izquierda y ahí estaba el cadáver de mi novia, putrefacta, los gusanos salían y entraban por los ojos y boca y me decía al oído:
- Como tú siempre decías cariño. "Desde siempre, por siempre y para siempre juntos". Tú nunca me dejarías, ¿verdad amor? Y yo hago lo mismo, jamás te dejaré.
Desde entonces vivo con esa sensación de que alguien me sopla en la nuca.

Y tú, ¿Lo has notado alguna vez? Vigila, nunca se sabe.

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