Pax
Rompía la mar con fuerza, se erizaba, saltaba salvaje y libre, sacudiéndose en mil pedazos, como lo haría un espejo para después recomponerse y reflejar al cielo y a mí. Me dejé mojar por la lluvia y la mar, me dejé llevar por los acantilados y quise desaparecer tras ellos. De ellos aprendí que nada es eterno, que todo fluye al igual que la mar, que como las olas todo y todos vienen y van. Los sueños se me enredan como una maraña de sentimientos, se cuelgan de mí y tras esconderse en las sombras de los recuerdos… corren, se deslizan como las gotas entre los dedos para después desaparecer y volar libres, y yo, con ellos. Ellos callan lo que cuento. Si escuchas bien, las ánimas te dirán lo que yo no pude decirte. Tras los acontecimientos que me llevaron hasta aquí, en esa primavera de muerte y deseo, en esa lucha sin fin los encuentro. No existe el silencio que acalle esas voces, que ahoguen sus rimas y sus risas. No existe la paz tras los muros de la vergüenza. Cualquie...