Arañas.
... Se sentaron de cara a las escaleras centrales, en unos ruidosos sofás de Skay beige, que estaban más fríos que el ambiente, al hacerlo creyeron hundirse en ellos y no poder salir jamás. Una imagen se formó nítidamente en su retina. Al principio no le dio importancia, pero poco a poco fueron apareciendo más a menudo. La primera vez solo vio una, que se escondía, para aparecer en otro lugar. Se asomaba y en cuanto fijaba la vista se escabullía. Era una araña negra y peluda. No muy grande, pero lo suficiente como para que no quisiera perderla de vista. —«Las muy cabronas son muy rápidas». —Javi —le hablaba Enaut—. Te digo yo que… La voz de Enaut se escuchaba muy lejos, apenas entendía qué le estaba diciendo. Su cabeza ahora solo oía el ruido que formaban esas ocho patas que repiqueteaban en algún lugar. El sonido cesaba para regresar en otro escondrijo. —«¡Malditos bichos! ¡No me cogeréis desprevenido!» —Ahora percibía algo más, se había multiplicado, una por la derecha y