La leyenda y la luna.
Noche de leyendas, de cuentos y de solitarias almas. Noches de placeres, de amores fingidos, fugaces y eternos encuentros. Noches de melancólica sonrisa. Mujer de luna y hombre de fuego, espíritus en lucha, suspiros en esta noche que no tiene fin, llamas en el cuerpo y hielo en el alma. Rozan el gélido aire con sus alas; te atrapan y sueñas, y las estrellas contarán de ellos a la luna llena. Las ruinas de esta ciudad esconden almas que no saben volar, son libres, pero lo ignoran. Cuentan en la madrugada la leyenda de dos fantasmas errantes, que solitarios vagan entre la noche y la luz del alba. En esas tardes de cuentos, de luz en el hogar, de brujerías y eternos encuentros, las puertas de las casas se cierran, pues las ánimas viajan al encuentro de enamorados inquietos. Saben de amores fingidos, de amores fugaces y dulces deseos. Conocen las noches y sus conjuros; van buscando solitarias vidas para traerles a su encuentro. Susurran en tu oído, si el amor buscas, y cuando