Ella vino a verme







 En el horizonte se dibuja su silueta, acariciando el viento con su pelo, surcando con su mirada el firmamento.
Lienzo en blanco y negro con pinceladas de vivos colores sobre el cielo, siendo ese enigma que aún siento en el viento que levo dentro.
En esa noche de verano cuando las aguas en calma estaban... Cuando la luna lucía como si de un sol se tratara... Sol de media noche le llamaba y en su cara se reflejaba dulce marea... Arañando la noche me encuentro mirándola... No quiero ni puedo dejar de observarla... Quisiera que por un momento su dulce cara me sonriera... Y por un segundo, un leve instante de mi existencia supiera... Como llamar la atención de tan bella sirena y no perder ese mágico instante... Como romper la serenidad del océano y que el firmamento no se enfade.
En ese preciso momento el universo conspiró y a mi llamada un regalo me otorgó... Como dos luceros sus ojos me miraron y con los mios se encontraron... El alma de mi cuerpo escapó y errando encuentra aún hoy.
Tan solo una mirada pedía y con las suya encontrarme quería... De mis ojos lágrimas florecían y cuando me miró alegría a mis lágrimas dio.
Nunca más se hizo la oscuridad, nunca más reinó en mi la tristeza en el alma albergo la esperanza de volver a verla... Desde que en mi vida se cruzara, no veo más que luces que me acompañan... No veo más que alegría en las penas y estrellas que lucen al mediodía.
Dulce mirada, suave atardecer, como estampas de colores... Como flores de vivos colores... Encontrarme en ese momento, en ese en el que el firmamento dijo aquí tienes una pequeña lágrima de mi infinita belleza yo a ti te muestro... No la desperdicies simple mortal, que por ti un pedazo de mi cielo entrego.
Quise mirarte de frente... Más para mi eras transparente...y vi el horizonte a tu espalda y quise verte y en ese preciso instante mi pasado vino a visitarme... Como una espada entro en mi mente... Y yo que esperaba, si nunca a ningún dios tuve presente... Nunca quise arrodillarme ante nadie, ni ofrecerle ningún presente... Pero ahora te pido amado señor que me perdones, siempre fui buen hombre y jamás hice daño a nadie... Y si hiciera falta con mis lágrimas y con flores regaría si tu quieres un nuevo amanecer para ti, si así me tienes presente...
Sigo buscando, sigo esperando que vuelvas a mi... Pues mis plegaria nunca he dejado de cumplir... Un altar para ti he creado junto a mi y con vistas al firmamento, océanos, mares, lagos y ríos he construido, montañas he cortado... Paisajes he moldeado y para ti un mundo he creado... Y si fuera preciso hasta el mismo sol traigo... Y con el curaré todas tus heridas. Hoy comienza un nuevo amanecer, hoy el día luce soleado...
Y tras el una noche de estrellas lucen. Esperando que llegue me encuentro, no puede tardar... Es ya mi anochecer en la tierra, es mi otoño en mi jardín y tras tantos años de espera... Yo no te pido, yo te exijo que hasta mi me traigas a esa mujer, es mi destino...
Sacude tus penas me dijo... Para ti ya llega un nuevo día, ese era tu deseo, verme de nuevo... Y el universo te lo concede, si así quieres... Más ya arrepentirte no puedes... porque yo amigo mio, soy la bella muerte.

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