Tiempo de decisiones
El otoño estaba llegando a su fin, y con el todo tipo de esperanza. Iñaki asomado a la ventana miraba la lluvia de un invierno que se presentaba temprano y duro, el viento soplaba del norte con fuertes rachas y la lluvia chocaba contra el cristal con fuerza. Ahora más que nunca deseaba que no parase, que la estación invernal llegase con más ímpetu que nunca y que María no pudiera tomar ese autobús, dicen que si amas a alguien tienes que dejarlo ir, que absurdo, si amas a alguien tienes que ser egoísta y hacer lo imposible para que no se marche. Pero al contrario de lo que él deseaba, el tiempo mejoró y el viento norte y la lluvia dejó paso al viento sur y eso para Iñaki era sinónimo de dolor de cabeza y mal humor. El autobús llegó puntual. María estaba preciosa, con sus blue Jeans, sus playeras blancas y su anorak rojo, lucía una coleta que recogía su rubio cabello. Miró hacia la ventana y vio a Iñaki, se detuvo durante unos segundos como implorando que no le dejara marchar, sus