Una última vez.




Llovía sobre la ciudad y me resguardaba sentado en el portal. La ciudad estaba triste y la tarde se alargaría. Escuché unos pasos que se acercaban.
—Creí que no vendrías. ¿Vas a subir?
—Debo irme. Ella lo sabe. Subiré de todas formas.
—No sé si querrá verte.
Me acompañó sin decir palabra. Llamé a la puerta de su cuarto. No contestó, pero pasé igualmente.
Tumbada de lado en posición fetal miraba una fotografía en blanco y negro tomada en la feria, con una gran noria tras nosotros. La foto estaba arrugada y mojada.
—¿Qué haces aquí? —me preguntó enfadada y triste al mismo tiempo— ¿No tenías que irte?
—He venido a despedirme.
—Pues ya lo has hecho. Cierra la puerta cuando salgas.
Me acerqué despacio, como temiendo asustarla. Me senté a sus pies. Llevaba puesto el perfume que le regalé en ese primer encuentro. Llegaron hasta mí los recuerdos de aquella tarde. Tan lluviosa como esa en la que estábamos, pero maravillosa para nosotros. Recuerdos de risas, de besos, de furtivas miradas, de encuentros a solas, de bailes en la madrugada, de abrazos inesperados.
—Debo marchar. Lo sabes, pero volveré.
—¿Volverás? —se levantó al tiempo que esparcía los trozos de la foto por encima de la colcha—. ¿En serió? Nadie sabe qué va a suceder. Y quizá sea la última vez que nos veamos.
—No lo sé. Me necesitan y yo no quiero faltar.
—Ese es el tema, Iker, no quieres faltar. El mundo puede que no gire después de que te vayas, pero tú no quieres faltar.
—Es injusto.
—¿Injusto? Dime, cuántos de los que van contigo tienen a alguien que les espere —no me atreví a responder—. Ninguno, ¿verdad?
No quiso despedirse. Me dirigí al campamento. Allí me esperaba mi unidad. Somos cuatro los elegidos.
El sargento me miraba sin dejar de mascar el chicle, que escupió para dirigirse a mí:
—Eres el tío más estúpido de los que he tenido el placer de guiarles hasta la muerte. Corre y no mires atrás. Yo te cubro. Diré que no te vi en condiciones, pero no te despistes, muchacho, puede que nos hagas falta.
El mundo no ha dejado de girar, por ahora.

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