Donde nunca nieva en diciembre.




Pasan las estaciones que sutilmente me van arrancando tiempo, despacio, sin tregua. Hay lagunas en mis pensamientos. Me van ahogando en fragmentos eternos y discontinuos. He visto caer las hojas y vi llegar al invierno, y yo ni me había movido.
Pasará otro y tras ese uno más, y el frío dejará huella en mi cuerpo y mi alma no recordará quién fui. Solo me queda cerrar los ojos y sentir, sentir la caricia del viento, saborear el aroma de la mar, notar la lluvia sobre mi pelo y el dulce, pero amargo beso de los que llegan y se van.
Cierra los ojos y suéñame, ahora que ya no te puedo ver, para que te pueda abrigar, que la noche es larga, y el invierno pronto llegará.
Más fría es la distancia que nos separa, que como letras sin resolver nunca se encuentran. Somos los fragmentos de un poema que nunca se escribió y las notas de una canción que nunca se afinan.
Ya no quedan hojas en los álamos y los tamarindos ya no cobijan a los pájaros, que se marcharon para no ver el invierno que ya llega, tan solo los más viejos se quedan, porque ya su canto no se escucha ni el de su pareja, que se fue; solo ellos me acompañan.
Es la soledad de este banco, donde aún perdura el corazón grabado; es el viento que trae susurros que solo yo escucho; es la nieve que se acerca; son esos pasos que oigo, que atraviesan el parque pisando las hojas secas, para que escuche y sepa que el invierno está cerca, pero no daré la vuelta, no regresaré al lugar donde las estaciones se pierden entre sábanas blancas y pasillos asépticos, donde todos los días son lunes y nunca nieva en diciembre.
Pronto no recordaré dónde te encuentras, pronto no recordaré ni dónde me encuentro yo, pronto la nieve nublará mi cabeza y los dueños de esos pasos me impedirán salir de ese lugar donde la nieve se ve a través de un cristal.
Ya veo tu mano, ya el invierno me va empujando, ya los pájaros regresan y el verano vuelve al lugar donde nunca nieva en diciembre, ya te veo sonreír, ya no te marcharás de mi mente, ya las hojas cubren mi cuerpo mientras mi alma sigue en este banco esperando la nieve.



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