Noche de superluna.




El único sonido que se escucha es el de los grillos y el ruido que producen los neumáticos al rodar sobre el asfalto. El coche se detiene al pie del restaurante de carretera. La noche ha sido tranquila y el dueño se dispone a cerrar.
La pareja parece nerviosa y pide un par de hamburguesas para llevar y dos latas de cola.
El dueño del bar es mayor y les pide calma.
—Ya no estoy para correr. De hecho, debería estar jubilado. Pronto cerraré el chiringuito.
—Es urgente, señor, no podemos esperar. Tenemos a un niño en el coche y está hambriento.
—Pues ya pueden correr, porque el coche se va y a no ser que el niño sea grande, alguien lo ha robado.
La pareja se miran. Sus bocas abiertas lo dicen todo, al tiempo que callan. Segundos después estallan en una carcajada. El dueño del bar los mira desconcertado.
—¿No piensan llamar a la policía? —pregunta.
—No, ya no. Hoy el niño tiene comida —dice la mujer.
Mientras, la plancha echa humo y las hamburguesas parecen quemarse.
Un minuto antes un par de tipos ven llegar el coche. La noche ha sido larga, pero la espera a merecido la pena. Un par de viejos en un coche de los noventa, que no llama la atención y fácil de robar. Le hacen el puente y el vehículo arranca sin dificultad.
—Ronronéa, gatito —dice Carlos. Un traficante de poca monta que está en sus momentos más bajos. 
—¡Dale caña! —grita Sergio. Un tironero al que conoció en la cárcel. Ambos por atraco con víctimas.
El coche sale del parking y la figura de un niño se levanta en el asiento trasero.
—¡Qué coño…! —acierta a decir Carlos, que lo ha visitó por el retrovisor. A Sergio le da tiempo a mirar como el niño salta sobre el cuello del Carlos y este cae muerto sobre el volante.
Es un coche viejo y no tiene airbag. Sergio se desmaya cuando el coche choca contra la farola y eso es lo último que hace.
La luna está brillando con todo su esplendor. Los lobos aullan respondiendo a una llamada. La radio en el coche anuncia una superluna.
—Cuidado con los hombreslobo —comenta, al tiempo que ríe, el locutor.

Comentarios

Entradas populares de este blog

A un palmo de distancia.

Una pareja más.

Un ser infinito.