EL RÍO ( IV )
Iba sorteando los arboles como podía ya no veía nada, intuía más que veía. Alcanzó tal velocidad, debido a la pendiente, que ya no la controlaba y cuando vio el río no pudo hacer otra cosa que dejarse llevar y en el ultimo momento dio un impulso a la moto que, más que saltar voló por encima del río.
- Uuuaaaahhh.- Gritaba Aitor mientras su cuerpo se separaba de la motocicleta.
Hacía una hora que se había hecho de día. Carlos no había vuelto en si desde que le quemaron el muñón, le habían atado con una cuerda a una de las literas. Mikel vigilaba a Carlos y miraba por la ventana de la caravana vigilando a los perros con la recortada en la mano, mientras Natalia y Sandra preparaban el desayuno.
- ¿En que piensa?- le preguntó Natalia a Mikel mientras le entregaba una taza de café.
- En esa mujer. No lo entiendo, la vi meterse en el agua antes de que llegárais y pensé que se la habían comido los peces, pero salió del agua.
- Ya vio como estaba, se había convertido en un ser monstruoso.
- Si, lo se, pero no paro de darle vueltas, por que no se la comieron.
De repente una moto con un chaval, vestido con ropa de camuflaje, volaba derecho hacia la caravana. La moto y Aitor cayeron de pies y por unos segundos, que a Aitor le parecieron interminables, la motocicleta parecía que mantendría el equilibrio, y tras dar varios bandazos, la moto junto con Aitor golpearon una raíz de un árbol y acabaron en suelo. Los perros que vieron aparecer la moto de la nada se asustaron y salieron corriendo, pero enseguida reaccionaron y un mastín que estaba cerca de la caravana se abalanzó sobre Aitor. Se escuchó un disparo y el mastín se desplomó a los pies de la moto.
- Corre chaval.- Le dijo Natalia estirando la mano mientras agarraba la puerta de la caravana con la otra.
Aitor estaba perplejo y no entendía lo que estaba pasando. No reaccionaba ni escuchaba lo que Natalia le decía.
- ffffffiiiiiuu.- Silbó Sandra.- ¡MUEVE EL PUTO CULO GILIPOLLAS!
Aitor esta vez si hizo caso y salió corriendo justo cuando los perros parecían que iban a cogerle se cerro la puerta de la caravana tras él.
Natalia se quedó mirando a Sandra con los ojos como platos.
- ¿Queee? - A funcionado ¿No? Pues ya está.
- ¡JODER, JODER, JODER! Que coño está pasando, primero los jabalíes y ahora los perros.
- Creemos que se han contaminado con un vertido de una planta química río arriba.- Dijo Natalia dándole la mano para que se levantara del suelo.- Tranquilo estas a salvo.
- Por el momento.- Dijo Carlos que se había despertado con el tiro de la escopeta.- Porque acabo de ver más perros que se aproximan y no tenemos tantos cartuchos como perros.
- ¡EH! Yo a ti te conozco, has salido en la tele, tu eres el que se ha escapado del autobús ese de presos y que se ha cargado a los polis.- Dijo Aitor señalándole.
- ¿Que me he cargado a quien? Ya están mintiendo esos putos noticieros, no les interesa que se sepa la verdad de lo ocurrido y lo más fácil es echar la culpa al más pringado.
- ¿Un preso mama? Es un preso.
- Si y de los peligrosos, eso decían en las noticias.
- Ya no tanto, atado y con una sola mano.
- Bueno ahora lo importante es como salir de aquí, cada vez hay más perros.- Dijo Mikel señalando al exterior.- el Río esta plagado de peces capaces de comernos y sabe Dios que más animales salvajes ahí fuera y los móviles no tienen cobertura, el teléfono más cercano está en el bar de la carretera y no podemos acceder a el y nadie sabe que estamos aquí. A no ser que alguien sepa donde estas chaval. Dijo señalando a Aitor.
- Que va. Ni de coña. Quizás tengamos suerte y busquen al pirado del manco.
Todos miraron a Carlos.- Esperemos que así sea.- Dijo Sandra.- Sino a los perros y a correr.
- Niña no te pases, no vayas a ser tu el próximo alimento.
En eso un gran estruendo se escuchó y la caravana se movió violentamente. "Bruuummm"
- Que coño ha sido eso.- Dijo Aitor.
- Lo que nos faltaba un toro la ha tomado con nosotros.- Dijo Mikel.- Se lo van a comer los perros.
Todos acudieron a la ventana, menos Carlos, y vieron como el toro luchaba contra los perros enganchando a un bóxer que lo levantó y lo lanzó al río, siendo presa de los peces que lo engulleron en cuestión de segundos. Los perros fueron saltando encima del toro hasta que este calló al suelo y lo destrozaron ensañándose con el animal. El toro no se rendía y atacaba a los perros los cuales, alguno de ellos acabaron en el rio , siendo presa fácil de los peces.
- Bueno, por lo menos alguien tiene comida para hoy, porque a nosotros no nos queda.- Dijo Sandra.- ¿ Alguien quiere salir ahí fuera y traer unos filetes para la barbacoa?
- Jajaja. Muy bueno. Jajaja.- Reía Aitor.
- Es una chorrada y no tiene gracia, no quieras reírme las gracias para ligar conmigo.
- Sandra, no seas tan impertinente.- Dijo Natalia mirando a Sandra, queriendo parecer enfadada, pero sonriendo por dentro. ( Esta es mi chica, pensó).
- Tome y cuide de ellos.- Dijo Mikel a Natalia, mientras le entregaba la escopeta.- No deje que ese desgraciado le engañe y no le suelte bajo ninguna circunstancia.- y dicho esto abrió la puerta de la caravana y salió corriendo, cogió la moto y aceleró hasta llegar al agua y saltó de la moto, dejando que esta siguiera su curso hasta el agua.
- ¡MI MOTO!- Gritó Aitor.- Mis padres me matan.
- ¿ Tus padres te matarán? Te voy a matar yo gilipollas ¿es que no ves lo que nos esta pasando? Que importa una puta moto ahora.- Dijo Sandra toda indignada.
- Pero que esta haciendo, se ha vuelto loco. Jajaja.- reía Carlos.- ese tío tenía ganas de morir.
- Dios mio.- dijo Natalia.- Pero porque ha hecho eso. No lo entiendo.
Mikel comenzó a nadar lo más rápido que pudo aprovechando que los peces se entretenían con los perros. Vio como algún pez se daba cuenta de su presencia y le seguía y en el momento que llegaba ala catarata Mikel se sumergió, para no volver a emerger.
- No sale. Dios mio.- Dijo Natalia. Pero porque lo ha hecho.
- Señora, ya no se preocupe por él, ahora preocupe se por los que quedamos vivos y como vamos hacer para continuar haciéndolo. Debería soltarme si quiere salir de esta usted y su hija.- Dijo Carlos mientras tiraba de la cuerda que le ataba.
- ¡Cállese! No pienso soltarle. Déjeme pensar.
En el claro, los perros se hacían cargo del toro y otros animales acudían al festín. Zorros, Tejones, un lobo y hasta un buitre se enzarzaron en la batalla por la comida.
En el rio , los peces entraban y salían del lugar donde se había sumergido Mikel.
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