Mentiras
Pero ella era de las que te basaban con su alma, de las que con un suspiro y su lánguida mirada te besaban y te marcaban para el resto de tu vida.
Recibí una llamada bien entrada la noche.- Ha muerto.
Sabes, cuando esa puta llamada destino, te apuñala por la espalda.
Era un amor en la distancia, un amor de esos llamados virtuales, pero un amor al fin y al cabo, quedábamos una vez al mes en algún lugar intermedio entre mi ciudad y la suya.
La había mentido y eso me dolía a mi más que a ella, por otro lado yo mismo me engañaba y la llamaba mentira piadosa, pero no existen las mentiras piadosas, una mentira es una mentira y no contar la verdad, puede que no sea una mentira, pero hace el mismo daño, y yo había mentido y no había contado toda la verdad, y la verdad era que le escondí que estaba casado y cuando se enteró todo acabó.
- Si me lo hubieses contado hubiera decidido seguir contigo, pero así no.- Dijo ella.
Y como digo el destino es muy puta y cuando al final me decido, se lo cuento a mi mujer, la dejo y una llamada me hace aterrizar de nuevo a la tierra.
- Ha muerto.
- ¿Que ha pasado?
- Decidió dejar de vivir. Ya no quería vivir, no se por que, pero así ha sido. La operación había salido bien, pero ella no quiso seguir viviendo y se dejó llevar.
Imágenes, canciones, el viento en mi cara junto a la suya, su sonrisa, sus "Te amo" junto a mi oído, el tacto de sus labios en mi piel, mi mano acariciando sus pechos, vinieron a mi como una película en cámara lenta y golpearon en mi frente como un martillo para después atravesar mi pecho y alejarse.
Mi corazón dejo de latir durante unos segundos, después aceleró, parecía salirse de mi pecho y por fin se salió, se paró de golpe y caigo lentamente, como una película en cámara lenta y mi cabeza rebota en el suelo, pero ya no lo siento. Me apago.
- Ya está, ya se lo he dicho. ¿Crees que así te dejará tranquila?
- Si, es lo mejor. No quiero saber nada de un mentiroso como él.
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