El mundo entero en paz


 
Adormecido tras la madrugada, se sentó para ver amanecer, cubierto por un velo de sueños, en las escaleras de la vieja cabaña se encontraba.
Los primeros rayos de un perezoso sol asoman tras las hojas de los milenarios robles que tapizan el bosque, parecen bostezar cuando el cálido aire del sur mece sus ramas, pronto caerán las hojas y se cubrirá todo con un manto rojo.
Taniyama Akishige llevaba mucho tiempo viviendo en ese bosque, pero esa mañana se había levantado con la sensación de que había algo distinto en el ambiente. - Algo ha cambiado. - Dijo al viento.
Cerró sus ojos y abrió su mente e intentó percibir cualquier cosa que le llegase. Se levantó y entró en la casa, hacía mucho tiempo, desde que decidió vivir en soledad, que no se había vuelto a poner su traje para el combate el "Omole Manji" Cogió su "shakuyo" un bastón largo con anillas metálicas en la punta de lanza y el "nyoi " un bastón corto hecho de raíz. Volvió a salir y esperó de pié. Dejó que el universo le llenase de energía, los rayos de sol comenzaban a calentar, abrió sus manos y saludó al astro.
Muchas lunas habían pasado desde que dejara esa vida de luchas y guerras por las que uno nunca sabe por qué muere o mata. Decidió un día abandonarlo todo por una vida contemplativa, pero esa paz esperada había llegado a su fin y estos serían los primeros. Estaba preparado, en realidad siempre lo estuvo, un guerrero nunca deja de serlo.
Tres hombres armados con Katanas corrieron hacia él. Norte, sudeste y oeste.
Salió hacia el prado y esperó a "sudeste" que llegaba con más ímpetu. - Un hombre esculpido en muchas batallas, - pensó Taniyama, - pues intenta cegarme con el reflejo del sol en su espada.
Taniyama cerró sus ojos y esperó pacientemente escuchando sus pasos, pivotó mientras se agachaba y lanzó su shakuyo y se lo clavo en el esternón, lo alzó por encima suyo y se lo arrojó a "oeste", como si de una lanza se tratara le tiró el shakuyo a " norte" matándolo en el acto, fue hacia "norte" y le advirtió.
- Puedes luchar y morir o huir. Estas a tiempo.
"Norte" se levantó de un salto y se colocó en oposición de combate.
- Has elegido muerte, bien. - "norte" atacó con su katana dando golpes en distintas direcciones, pero Taniyama las esquivaba todas, "norte" acabó cansándose y Taniyama aprovechó el momento, con su "nyoi" paró la katana desviándosela  hacia dentro y le golpeó con su lado interno en la nuez matándolo.
Miró al frente y escuchó que llegaban más hombres. Un par de hombres salían en su busca y segundos después acabaría con ellos.
El día transcurrió igual que empezó, hombres que provenían de todas partes en busca de reputación. Querían ser los que acabasen con la vida del gran maestro.
A la mañana siguiente vio que nada había cambiado y entonces se dio cuenta que no le dejarían en paz.
Salió al monte y retó a uno de ellos.
El hombre se abalanzó sobre él y Taniyama no se defendió, cayó herido de muerte. Agarró un cuchillo y escribió en su pierna, "El mundo entero en paz".

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